
la cabeza a la heladera
exhumando la cena pasada,
la ropa y los libros.
no se que viste en mí:
poder hablar en plural,
vivir con lo que se es,
metro sesenta, cicatriz,
malas costumbres
reducir a otros hombres
a simples muestras
añicos o recuerdos,
para que las migajas
no sean minas...
y aún asi...
para la mogólica,
genéticamente diseñada:
ese jarrón de nimiedades
que su cuerpo significa.
y por lo que es ella
creada para encerrar,
mujeres de las que nace
mujeres a las que pare.
boca como extensión del sexo,
jurándole que no volveremos a incendiarla
de cristales opacos, de nosotros mismos.
a tomar sus pequeñas alas en su contra.
metiendo su cuerpecito dentro del nuestro,
saboreando la carne dulce y suave, gris y bella.
el sol entrando nos deja una mancha
vil o cósmica: testigo del infierno
y se retuerce temblorosa en nuestras manos.
y no notamos como finas plumas
caen llenándolo todo, tapando la miseria.