16.12.10

| tw

























bañarse en tierra
como los gorriones

comer tierra
que de allí venimos

: trelew

1.11.10

dudas I



si están
los pisos
libres

de obstáculos

como juguetes
o mascotas

libres como
autovías
deshechas de
embotellamientos
pico

29.10.10

Terrazas


Secó la punta de sus dedos en el borde de su vestido. Corrió su pelo de la cara con un movimiento suave como de paso perezoso, como si sus dedos fueran un gato que sale de entre a ropa limpia apilada sobre la cama y se escabulle por la ventana al sol. Casi suspira, o suspira levemente, y con una mano toma la bolsa de los broches mientras con la otra abre la puerta.
Sube las escaleras y escucha el ruido de sus pantuflas en los escalones. Alguien destrabo la ventana del entrepiso, se detiene brevemente y pasa la yema de los dedos por el broche roto que traba la cerradura, ahora acomodado en el marco de la ventana.
Los cuarenta escalones que la separan de la terraza se extienden como un mosaico de plantas rojas parásitas, o estantes antiguos, levemente inclinados, y las bolsas de residuo son libres, y las botellas vacías pequeños animales encantados.
Llega a la puerta, y el pelo nuevamente se escurre sobre su frente, como peces, como ramas finas de un helecho prehistórico, o las plumas de algún ave suave y sincera, de oscuro plumaje y canto siniestro. Sus dedos automáticamente recorren su frente hacia arriba arrastrando el cabello como si fueran hojas que el viento empuja suave y firme por la vereda de junio.
La terraza es una bañera llena de luz y sus ojos se emborrachan de cielo y cuerdas de ropa al sol. Toma una bocanada de aire por la nariz sin hacer ruido y deja escurrir sus ojos siguiendo la linea de los cables de la luz y el teléfono, las cuerdas de la ropa: unas paralelas de fuga que se unen mas cerca que el infinito.
Toma uno por uno los broches y los prende cuidadosamente de su remera, mientras carga al hombro las prendas que va descolgando. Ella sabe que a veces sueña con animales alados que huelen a algodón y le besan los dedos para que no los use en tareas mundanas, y son ellos los que descuelgan la ropa por ella, que ahora son prendas de plumas oscuras y suaves como sus cabellos.
Uno por uno los broches van llenando su remera, el ruedo el borde de los pequeños bolsillos. El corazón se le oprime levemente y no puede evitar detenerse conteniendo el aliento y estrujando su pollera. Cree que recuerda algo, pero ya no sabe si fue cierto o solo otro sueño: como los pájaros o las plantas, o esas grandes bibliotecas que se inclinan a su paso para elevarla con las alas por las lineas de fuga; hasta el sol, que huele a ropa recién descolgada y regala palabras al cielo o a quien se atreva a cerrar los ojos y abrir la boca.

27.10.10

si Hamlet duda le daremos muerte | presentaciones LP y CABA

PRESENTACION DE LA ANTOLOGÍA DE POESIA SALVAJE | si Hamlet duda, le daremos muerte

Jueves 4/11 19.30 hs C.C. Islas Malvinas, 19 y 51, LP. | 10/12 19.30 hs Espacio Cultural Nuestros Hijos Ex ESMA, Av. Libertador 8465 CABA.

20.10.10

Si Hamlet duda le daremos muerte



antologados: poetas platenses (entre los que me incluyeron).

PRESENTACIÓN DEL LIBRO
jueves 4/11. 19 hs
C.C. Islas Malvinas, La Plata.

ya está en librerías

Poetas que participan de la Antología Salvaje:
Emiliano Bustos, Alejandra Szir, Nicolás Prividera, Eduardo Rezzano, Leandro Barret, Fernando Alfón, Daniela Andújar, Inés Aprea, Andrés Szychowski, Camilo Blajaquis, Emmanuel Taub, Dafne Pidemunt, Vilma Watkins, Juan Martín González Moras, Diego Roel, Mauro Cesari, Enrique Schmukler, Fernando Manzini, Rodrigo Malmsten, Gabriela Milone, Jonás Gómez, Leticia Hernando, Lucio Greco, Lorena Fernández Soto, Marcos Bauzá, María Eugenia López, Mariano Schuster, María Romina Pérez, Nicolás Castro, Marilina Cuesta, Pablo Ohde, Jorge Areta, Rosario González Sánchez, Alberto Elías, Leandro Andrini, Joaquín Piechocki, Emiliano Cruz Luna, Sebastián González, Juan Pablo Bertazza, Verónica Sánchez Viamonte, Tomás Fernández, Tomás Watkins, Demetrio Iramain, María Virginia Fuente, Carlos Juárez Aldazábal, Rodrigo Zubiría, Carolina Mettini, Sebastián Lalaurette y Julián Axat.



capital federal: La Librería de Las Madres, De la Mancha, la CCC, Eterna Cadencia, Guadalquivir, etre otras.
la plata: Capitulo II, de La Campana, Lenci, Tiroloco, Vonnegut, City Bell libros, entre otras.

11.9.10

monstruo





bífida no,
bifurcada.
lenguaraz no,
leporina.

te-
ta-
llo

en la pared
del pecho
las letras
de mi lengua
cuchillo

9.9.10

d



tender un puente
como quien tiende una cama
o la ropa al sol.







28.7.10

7.10



I.
el sexo como animales tibios;
suspiros acolchados que resbalan
por tus manos de tarde al sol,
suaves como la noche en sábanas limpias,
como tu lengua de gato maullador.


II.
¿si esto es muy felino?
espera que encuentre la forma
de arañar tu sillón preferido
sin que me retes por enroscada
ronroneante...


III.
todo lo que contenga
robots y peluches
entra cuando ya sabés
que pienso en términos de cuerpo
y movimientos mínimos,
y en tener el control absoluto

de mi pc.


IV.
los bailarines,
los actores,
los cantantes
somos todos
promíiiiiiscuos

pro-mis-cuos

si, reíte que me gusta
cuando decís que no
estoy acostumbrada
a tener una novia,
como vos


V.
o somos muy buenos,
o hacemos otra cosa...


VI.
be nice, just with me
be nice, just wipe me

(fork & knife, just for us)


VII.
¿dónde estás cuando quiero alcanzarte
con los brazos hechos trapo?


VIII.
te nombraron pecado,
manzana jugosa y crujiente
te llamaron humano,
carne de barro caliente


IX.
¿que hago?
te recorto con una tijerita, las manos,
la boca, los ojos, la lengua y tus orejas
tan pequeñas, pequeñas,
hago un copypaste así nomas,
y te digo que quiero probar el crunch
de tu carne tibia y joven;
un motín entre las sábanas,

... no pasa nada
¿dale?


X.
abracitos de araña
alérgica:

pensaba en las ganas
que tenia de hablar
con vos

6.7.10


Y asi:
Domesticar
los frisos,
o los
patíbulos
de los que
cuelga
el alma

1.6.10

Al Sr. Jorge Himitian



Sobre su nota “La no existencia del ‘Estado Laico’”
A modo de aclaración

Las discusiones políticas deben asentarse sobre terreno allanado. Debemos evitar los equívocos o imprecisiones, salvo – claro está- que nuestra intención sea construir falacias para sostener epistemes que no alcanzan los requisitos lógicos necesarios al momento de discutir qué tipo de Estado, qué tipo de sociedad, qué tipo de País queremos forjar.
Como mujer, como estudiante de Psicología, como ciudadana argentina, como militante de Derechos Humanos, como hija, como hermana; estoy harta de los degradados argumentos que desde los sectores más retrógrados de la Iglesia Católica y específicamente de la Comunidad Cristiana, de la cual Ud. es pastor; se sostienen para propagar el odio y la segregación de las diferencias, basándose en pseudo argumentaciones totalmente falsas y cargadas de prejuicios arraigados en el temor y las creencias más fundamentalistas.
Es un insulto al intelecto de los argentinos y a los valores democráticos sobre los que se basa nuestra Constitución, que les recuerdo a los señores lectores, incluye todos los tratados internacionales desde su reforma de 1994. Es un insulto al conocimiento científico del siglo XX y del ya empezado XXI de la cultura occidental y cristiana a la que dicen pertenecer, sostenerse autoritariamente intentando imponer una moral oscurantista arguyendo teleologías sobre el sexo y las instituciones de nuestra cultura.
Respuesta propiamente dicha
El Sr. Himitian sentencia en su primer párrafo: el ateo tiene una creencia: cree que Dios no existe”. Encuentro un problema previo a todo intento de refutación, un problema lógico, básico en su postulado. La Real Academia Española define al ateo como aquél que niega la existencia de Dios. Extendiendo la definición, podríamos afirmar también que quien niega la existencia de Dios, con argumentos más o menos científicos, es alguien que carece de fe. Es decir, alguien que no cree en la existencia de una entidad suprema.
El ateo no cree en las cosas, no es su forma de conocer. Es un absurdo lógico la conclusión. Negar la existencia de Dios como forma de conocimiento del mundo (que es lo que la ciencia hace) implica prescindir absolutamente de dicha idea para construir y sostener a existencia del mundo. El argumento del Sr. Himitian es falaz por dos motivos: primero, porque el ateo no tiene fe, ergo toda construcción del mundo que elabore no estará basada en la lógica de la creencia. Segundo, porque se pasa por alto la especificidad de las formas de conocimiento que implica cada caso. Permítame desarrollar brevemente una noción harto conocida desde hace al menos un siglo respecto de las diferentes lógicas de conocimiento del ser humano. Las formas que el ser humano desarrollara para conocer y explicar el mundo son el conocimiento mágico y el conocimiento mítico. Dentro de este último las dos formas hegemónicas (en el caso de occidente) fueron el conocimiento religioso y la ciencia. La única similitud que ambas formas comparten es la necesidad de encontrar un origen, una causa a los enigmas de la vida: el tiempo, la muerte, los procesos naturales, el ser humano y su lugar en la historia… ambas formas, cierran cada uno de los interrogantes a su modo. La diferencia radical de ambas epistemes es el método de conocimiento: la religión conoce mediante la fe y el escenario que ésta recorta como cognoscible. La ciencia en cambio tiene un método que se basa en la delimitación de problemas y el establecimiento de hipótesis explicativas que serán contrastadas de acuerdo a las características del objeto de estudio en cuestión. La ciencia no cuenta con la herramienta de la fe, ya que a los fines de los requisitos científicos excluyen la noción de verdad… y mucho más de verdad revelada al modo de las sagradas escrituras. Por lo tanto, el pensamiento científico no se basa en creencias, sino que se tienen explicaciones provisorias, campos de problemáticas productoras de conocimiento, modelos útiles para conceptualizar fenómenos… hasta que se demuestre lo contrario u otra explicación más fértil sea construida.
Continúo con otra de las afirmaciones del Sr. Himitian El ‘Estado laico’ no existe. No se puede vivir en sociedad a partir de la nada. A partir de un total vacío teológico o ideológico”. Permítame decirle, Sr., que éste es el único punto en el que estamos de acuerdo, al menos parcialmente. Ud. afirma dos cosas: primero, que “El ‘Estado laico’ no existe”, y tiene razón. El Estado Argentino laico aún no existe porque la separación entre éste y vuestra santa Iglesia es sólo superficial; y faltan muchos años y política moderna para que esto efectivamente ocurra. Pero no se confunda, el Estado Argentino, a pesar de todo incluye en su Constitución los Tratados Internacionales que son muy claros al especificar qué cosas van en contra de los Derechos Humanos. Está escrito y es Ley. Segundo, “No se puede vivir en sociedad a partir de (…) un total vacío teológico o ideológico”. Tiene nuevamente razón parcial Sr., no se puede vivir sin alguna forma de organizar la realidad, de explicar las cosas, de construir conocimiento, etcétera. Pero no se confunda, las causas finales no son la norma en el universo, aunque nuestra angustia pulse por encontrarlas. De hecho la tendencia es la complejidad, lo que pone en serias dudas la existencia de lo que nosotros, los seres humanos, concebimos como causa o fin último. Y respecto de la ideología, respetabilísimo Sr. Himitian, es imposible que algún ser de nuestra especie carezca de ella. Las hay más organizadas, como las nuestras, diametralmente opuestas, pero bien orgánicas a nuestras respectivas políticas; y las hay menos sistematizadas, más del lado de lo que se denomina “sentido común”. Lo que Ud. y yo llamamos “Estado laico” (con más o menos comillas) tiene su propia episteme, que afortunadamente, y a diferencia de la vuestra, contempla la pluralidad: es decir, la posibilidad que existan ciudadanos que crean en entidades supremas y otros que no.
Si como Ud. dice en nombre de los argentinos cristianos y occidentales, “reconocemos y aprobamos la separación saludable entre la Iglesia y el Estado” (cuestión que comparto ampliamente) debemos entonces aceptar la posibilidad de que la Iglesia deje de ser la Verdad, y pase a ser una de las tantas formas de vivir y de concebir la vida. Si no Sr. lo invito a Ud. y a todo aquél que quiera acompañarlo a cuestionar abiertamente el sistema democrático, las instituciones que éste implica, los Derechos Humanos, la ciencia, la educación y la salud pública, la libertad. Asuma Ud. una posición política verdaderamente orgánica con sus postulados; no será la primera vez que los argentinos nos enfrentemos a este tipo de posiciones políticas, la última vez fue hace 34 años, y todavía nos acordamos de lo que nos pasó. A diferencia de Ud. y quienes opinen de la misma manera, no somos un grupo extremadamente minoritario, ni tan hiperactivista como a mí y a muchos otros nos gustaría. Y tampoco hacemos como ustedes, nosotros no imponemos las cosas; nosotros y nuestros representantes, discuten política y mediante los mecanismos democráticos históricamente instaurados, deciden por mayoría simple en un ritual que se llama votación que está contemplado en nuestras leyes.
Sr. Himitian, usted y quien acuerde con su postura, pueden creer que la mujer creció de una costilla de Adán o lo que quieran; pero le pido ponga atención cuando utilice nociones científicas: la anatomía humana contiene muchos genes, entre los cuales se encuentran los que definen genitalmente a cada miembro de la especie. Pero, no se confunda por favor, una cosa es la genitalidad y otra es la elección sexual de una persona: ni heterosexuales, ni homosexuales tenemos carga genética para eso. La identidad de género es histórica, construida de acuerdo con lo que la cultura define como femenino o masculino, de acuerdo a la simbolización e interpretación cultural de la diferencia sexual. La identidad sexual es la reacción individual ante la diferencia sexual y no cambia históricamente, ya que resulta de la posición imaginaria de la persona ante lo prohibido y prescrito por la sociedad, y las identificaciones con las figuras parentales. Los genitales con los que nacemos nada tienen que ver ni con lo que la sociedad concibe como varón o mujer; ni con lo que los sujetos metabolizan de ello.
Otra cuestión que es necesario contestar Sr. Himitian, es que el matrimonio no es una institución divina, aunque sus sagradas escrituras así lo indiquen. Existen otras escrituras, que no son sagradas - porque no necesitan serlo-, ni tan viejas, que los historiadores, antropólogos y arqueólogos llaman fuentes; que indican que el matrimonio, como nosotros lo conocemos y lo que ello implica, no es tal sino a partir del siglo XVIII; cuando fue necesario instaurar una dinámica de familia nuclear, esa que tanto defienden: mamá (en la casa, limpiando y reproduciendo la especie), papá (dueño de la casa, la esposa y la prole; quien lleva el sustento al hogar) y los niños (el futuro de la sociedad, los futuros ciudadanos). Antes de eso quienes pertenecían a alguna religión se casaban e iban a la iglesia, sí. Pero no amaban a sus hijos ni querían protegerlos: las familias ricas entregaban a sus hijos a nodrizas y la más de las veces no sobrevivían, tampoco importaba mucho, tenían otros que sí lo hacían o tenían más… alguno se salvaría. Si eran pobres dormían todos en una misma habitación (jóvenes y adultos), y las relaciones sexuales de los padres no eran algo privado de hecho. Fue por la necesidad de aplicar racionalidad a las políticas poblacionales que el Estado, - de la mano de la Iglesia- junto con el discurso médico, estableció que el matrimonio (religioso y/o civil) fuera la institución encargada de regular la lógica de las familias que hoy conocemos.
Yo no sé qué es lo que su Dios prohíbe respecto de la sexualidad humana, y qué cosas no. Lo cierto Sr. Himitian, es que en mi país, está penado por la ley cualquier tipo de trato discrecional por elecciones sexuales, aspecto físico, creencias religiosas, procedencias, entre otras cosas. Además de que, aunque su Dios imparta ciertas leyes, esas no son las que rigen en el Estado. Porque Estado e Iglesia, están sanamente separados, como mencionara Ud. y el matrimonio CIVIL es un derecho de los ciudadanos de mi país. La definición de ciudadanía no hace diferencias ni por aspectos físicos, ni por ideologías, religiones, y mucho menos por elecciones sexuales. Lo que me parece abominable, Sr. Himitian, es que estemos discriminando a una parte de los ciudadanos, negándoles un derecho.
Respecto de su amenaza a comparecer ante vuestro Señor en no sé qué juicio, la verdad que no sé decirle. Es como si me planteara discutir sobre el pasto que comen las vacas verdes… lo que sí le pido es que sea preciso conceptualmente: las parejas no son homosexuales o lesbianas. Las parejas son parejas, de personas heterosexuales u homosexuales (gays o lesbianas), no se confunda por favor.
La tragedia social Sr. Himitian, es que exista gente como Ud. que esboce teorías sobre una conspiración homosexual que traerá la depravación a nuestra santa y cristiana nación. La poligamia, el incesto, la zoofilia, la pedofilia y otras perversiones por el estilo son todos aquellos deseos que reprimen ascéticamente quienes se horrorizan frente a la existencia de dichas preferencias sexuales. Pero como dijo Freud, y muchos de vuestros sacerdotes nos han demostrado: lo reprimido retorna inevitablemente. Por suerte les queda un consuelo: Ustedes que sí tienen fe, pueden arrepentirse, confesar sus pecados, y volverse a Dios.


Dulce María Pallero
La Plata, 27 de mayo de 2010


30.5.10

las cosas que hay que hacer IX



















que te sostenga
la mínima superficie
posible

seguir haciendo
equilibrio siempre

25.5.10

¿200 años para celebrar?


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Tendamos la vista a nuestros tiempos pasados, y veremos millones de habitantes que la América del Sur abriga en sus entrañas, han sido manejados y subyugados sin más fuerza que la del rigor y capricho de unos pocos hombres.

Si el interés privado se prefiere al bien general, el noble sacudimiento de una Nación es la fuente fecunda de todos los excesos y el trastorno del orden social. Porque la libertad de los pueblos no consiste en palabras, ni debe existir en papeles solamente. Si deseamos que los pueblos sean libres, observemos religiosamente el sagrado dogma de la igualdad. - Mariano Moreno, 1810. Citado en el spot del bicentenario de Gobierno de la Nación Argentina, mayo de 2010.

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Oíd mortales el grito sagradolibertad.

Dulce Ma. Pallero.

¿Cómo te enseñaron a emocionarte con el Himno Nacional? A responder automáticamente con un temblor del alma cuando te muestran niños, escarapelas, aulas, maestros, la Plaza de Mayo y su Cabildo, esos paraguas que nunca existieron… A añorar al país, esa patria grandota de riquezas inconmensurables, de gente hermosa y trabajadora; de soñadores y talentos inigualables; de costumbres criollas bien nuestras. Cómo enseguida nos brotan ganas de celebrar los doscientos años de nuestro país, así sin más. Y nos pueden mezclar al Banco Provincia, la policía bonaerense, los médicos, los puertos, los gauchos pampeanos, a Perón, Mariano Moreno, la escarapela y los puertos de Buenos Aires… me agoto solo de enumerar la ensalada esta. ¿Qué tenemos? ¿Eso será lo que se llama identidad nacional? ¿Eso es lo que permite que nos emocionemos?

Palabras como Nación y Patria se cuelan por todos los lados desde hace al menos un mes. ¿Qué es la patria? ¿Esa bandera celeste y blanca, que Belgrano nos dejó? ¿El ruido de rotas cadenas que nos liberaran de la tirana España? ¿El mate y el asado? ¿El folclore de la 9 de Julio? ¿El locro y los pastelitos con los que estamos fantaseando desde hace una semana? Como dicen los hermanos brasileros ¿la saudade del que se fue y lo mira por TV? Nosotros los bicentenarios cumpleañeros del Cono Sur, ¿sabemos qué es la patria?

Si me permiten, lectores, voy a decir que sí. Que eso es la Patria, que todo eso es la patria, todos esos íconos claros y distintos que vienen a nuestra mente son la Patria. Nosotros, Argentinos, somos hijos de esta Patria. Esta posibilidad que nos dan de unidad es lo que nos permite sentir deseos de festejar el bicentenario argentino. Todo aquello que se ajustara al ideario republicano occidental y cristiano que nuestros bien amados Próceres de la generación del ’80 pensaron para el futuro de nuestra gran Nación. Y que nuestros bien votados representantes actuales continúan en coherente política en materia de salud, educación, seguridad, justicia. Porque detrás de las nociones universales que nos están cubriendo, están las que nos diferencian.

Porque por eso tienen que morirse de gripe común por año más de los que nos animamos a contar, y tienen que morir mujeres por abortos clandestinos, y cerrar servicios en los hospitales públicos por falta de presupuesto y/o insumos, y ser medico (porque los enfermeros, psicólogos y demás trabajadores de la salud ni entramos por ahí) es estar en estado de nirvana permanente, nunca se necesita nada porque se lo tiene todo. Y para ser niño educable, hay que hablar español, comer bien, dormir, no trabajar, tener cobertura social y vivir en la ciudad, por supuesto. Porque ser maestro es ser un ser altruista entregado a la vocación, que ama a sus alumnos como a hijos de la patria que son, y porque aunque llueva, nieve o truene, se está firme como rulo de estatua dando clases frente a pizarrón. No importa lo que pasa afuera, el futuro es lo importante, y el aula es sagrada y como santuario que es, debe respetarse y permanecer impoluta de las corrupciones de la sociedad. Porque la seguridad tiene que ver con soluciones drásticas a la inseguridad… sin preguntarse qué es la inseguridad y saber con firme convicción que muchos policías son mucho mejor. Porque es más fácil criminalizar la protesta, el desamparo, la decisión sobre el cuerpo propio y la propia sexualidad, los estigmas socialmente heredados… Por todo eso se celebra, cuando festejamos a la Patria. Eso es la argentinidad que celebramos.

Voy a ser muy sincera. La verdad es que las fiestas me gusta hacerlas con las cosas que merecen ser celebradas. Las Fiestas Patrias no me conmueven. Las Fiestas Patrias son las que alimentan los discursos únicos de la segregación histórica. El hambre y desamparo de los pibes y pibas cubriéndolos con el manto de la delincuencia. La lengua oficial que fuerza y sesga sentidos, formas de pensar y sentir las cosas. Me desagradan las fiestas patrias, porque son las que golpean, subyugan, saquean, violan, depravan, asesinan, las fiestas matrias, las múltiples fiestas de las diferencias. Apelar al sentimentalismo nacional me resulta algo obsceno, no tanto por la imagen ya bizarra del Billiken, sino por la lógica deshistorizante que encierra.