pero abrí la boca
y enseñé los dientes
y de mi aire crecieron frutos
y su néctar fue veneno.
y si las rodillas
mil,
y la sien
hincada,
y el pulso
clamante,
laten
laten
laten.
la excusa
nadie habla
de la muerte
de décadas
que se me dio:
leche nutricia
de lo que se hace
estando;
yo:
la hija
de.
abrí la boca
cien,
guarde el aire
mil
dejé escapar
el sonido
más bello que saqué
de entre la mismísima
mierda.
tampoco es
alimento.