Foto Marila Perazo
Subirse
al caballo de los Derechos Humanos, de la desmanicomialización. Como si fuera
cosa de proclamas, cuando en verdad se trata de militancia EN campo. Porque la
reforma en salud no se hace cerrando los manicomios, sancionando leyes que no
pueden o quieren aplicar. La reforma en Salud (Mental también) se hace formando
otro tipo de trabajadores de la salud. Promoviendo en los privados de libertad
herramientas para que recuperen su autonomía, su dignidad, su humanidad en
resumidas cuentas. Generando espacios donde las comunidades puedan recuperar
sus estrategias vinculares y generar otras novedosas que les permitan afrontar
las más y mayores violencias de la exclusión impuesta, y torcerles el brazo a
los que nos quieren cada vez más pobres y cada vez más esclavos. Sin los
agentes en salud apropiados, no hay ley que valga, no hay ley que se llene de
contenido, no hay ley que se sostenga: las leyes 448 de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires y la Ley Nacional 26657 de Salud Mental, no son la excepción.
El Borda
es un manicomio, sí. Como lo es el de Melchor Romero, donde trabajé por varios
años. Se vulneran derechos todos los días, de los internos y de los
trabajadores… y se los trata como si mierda fuesen. Se los reduce a entidades
depositarias y repositoras de violencia. Quien haya estado por más de una hora
en un manicomio sabrá muy bien de lo que hablo, porque es una cosa que se
siente muy claro en el cuerpo. Tener memoria y pie firme en un proceso de
reforma no es estar en contra de los hospicios. Porque en ellos viven víctimas
de este sistema de mierda, que hace que gente como Mauricio Macri y TODOS los
legisladores del CABA que votaron la Comuna en el predio del Hospital
consideren que se puede entrar con una topadora y milicos a arrasar con todo y
con todos.
Hace poco
me dijeron, por toda excusa, que los legisladores oficialistas votaron porque
el PRO se había comprometido a “no tocar nada”. Parece un gesto ingenuo a
simple vista. No lo es. La responsabilidad existe de todas maneras, el poder
Legislativo tiene responsabilidades políticas sobre lo que vota, no puede
dejarlo librado a la “buena fe” del Ejecutivo, así no es cómo funcionan las
cosas. Cada decisión tiene sus consecuencias y déjense de joder. Son necesarias
las explicaciones políticas, los motivos por los que los representantes del
pueblo toman decisiones que van en contra de los más vulnerados. Que el
oficialismo, de ser así, explique que no votó a favor porque son más
importantes las especulaciones inmobiliarias que la integridad de las personas
y de las verdaderas razones, sus razones. Ansiosos estamos de escuchar lo que
tengan para decir.
No se
puede cerrar o tirar abajo un hospicio cuando las víctimas de esta sociedad de exclusión
en la que vivimos (y padecemos con más o menos conciencia de ello) no tienen a
dónde ir, ni cómo sostenerse en una comunidad que ni siquiera sabe de sus existencias.
Que perdieron su grupo de pertenencia (de crianza y ampliado), que no tienen
trabajo, casa… que ni siquiera recuerdan cómo se toma un colectivo, o cuáles
son las actividades de la vida diaria que garantizan los autocuidados mínimos
para sobrevivir. Un Centro Comunal en lugar de un Taller Protegido, puede sonar
muy pro, pero en nuestra coyuntura política
y en el contexto general y más programático en lo que a políticas en Salud
respecta, es nefasto. En ese lugar trabajan victimas del Estado y personal en
salud que intenta (como puede) hacer una diferencia.
Si queremos
cumplir con la Constitución Nacional y con las leyes que se voten bajo sus
premisas, primero tenemos que garantizar la protección de las personas que
serán sujetos de derecho de las mismas. Todos tenemos responsabilidad política
en esto. Los legisladores, con lo que votan. Los formadores, con lo que enseñan
y cómo. Los que estamos en formación, con cómo nos tomamos las cosas que
estamos aprendiendo. Los medios de comunicación, con lo que informan y cómo lo
hacen. La gente en general, con lo que toma y cómo lo toma de los medios, de
sus representantes (legisladores y trabajadores de la Salud Pública: que
también son funcionarios públicos)… Y los que trabajamos en y con la salud en
general sobre todo, porque de nosotros depende en que esta reforma no se quede
en una mera PROclama.