30.5.10

las cosas que hay que hacer IX



















que te sostenga
la mínima superficie
posible

seguir haciendo
equilibrio siempre

25.5.10

¿200 años para celebrar?


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Tendamos la vista a nuestros tiempos pasados, y veremos millones de habitantes que la América del Sur abriga en sus entrañas, han sido manejados y subyugados sin más fuerza que la del rigor y capricho de unos pocos hombres.

Si el interés privado se prefiere al bien general, el noble sacudimiento de una Nación es la fuente fecunda de todos los excesos y el trastorno del orden social. Porque la libertad de los pueblos no consiste en palabras, ni debe existir en papeles solamente. Si deseamos que los pueblos sean libres, observemos religiosamente el sagrado dogma de la igualdad. - Mariano Moreno, 1810. Citado en el spot del bicentenario de Gobierno de la Nación Argentina, mayo de 2010.

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Oíd mortales el grito sagradolibertad.

Dulce Ma. Pallero.

¿Cómo te enseñaron a emocionarte con el Himno Nacional? A responder automáticamente con un temblor del alma cuando te muestran niños, escarapelas, aulas, maestros, la Plaza de Mayo y su Cabildo, esos paraguas que nunca existieron… A añorar al país, esa patria grandota de riquezas inconmensurables, de gente hermosa y trabajadora; de soñadores y talentos inigualables; de costumbres criollas bien nuestras. Cómo enseguida nos brotan ganas de celebrar los doscientos años de nuestro país, así sin más. Y nos pueden mezclar al Banco Provincia, la policía bonaerense, los médicos, los puertos, los gauchos pampeanos, a Perón, Mariano Moreno, la escarapela y los puertos de Buenos Aires… me agoto solo de enumerar la ensalada esta. ¿Qué tenemos? ¿Eso será lo que se llama identidad nacional? ¿Eso es lo que permite que nos emocionemos?

Palabras como Nación y Patria se cuelan por todos los lados desde hace al menos un mes. ¿Qué es la patria? ¿Esa bandera celeste y blanca, que Belgrano nos dejó? ¿El ruido de rotas cadenas que nos liberaran de la tirana España? ¿El mate y el asado? ¿El folclore de la 9 de Julio? ¿El locro y los pastelitos con los que estamos fantaseando desde hace una semana? Como dicen los hermanos brasileros ¿la saudade del que se fue y lo mira por TV? Nosotros los bicentenarios cumpleañeros del Cono Sur, ¿sabemos qué es la patria?

Si me permiten, lectores, voy a decir que sí. Que eso es la Patria, que todo eso es la patria, todos esos íconos claros y distintos que vienen a nuestra mente son la Patria. Nosotros, Argentinos, somos hijos de esta Patria. Esta posibilidad que nos dan de unidad es lo que nos permite sentir deseos de festejar el bicentenario argentino. Todo aquello que se ajustara al ideario republicano occidental y cristiano que nuestros bien amados Próceres de la generación del ’80 pensaron para el futuro de nuestra gran Nación. Y que nuestros bien votados representantes actuales continúan en coherente política en materia de salud, educación, seguridad, justicia. Porque detrás de las nociones universales que nos están cubriendo, están las que nos diferencian.

Porque por eso tienen que morirse de gripe común por año más de los que nos animamos a contar, y tienen que morir mujeres por abortos clandestinos, y cerrar servicios en los hospitales públicos por falta de presupuesto y/o insumos, y ser medico (porque los enfermeros, psicólogos y demás trabajadores de la salud ni entramos por ahí) es estar en estado de nirvana permanente, nunca se necesita nada porque se lo tiene todo. Y para ser niño educable, hay que hablar español, comer bien, dormir, no trabajar, tener cobertura social y vivir en la ciudad, por supuesto. Porque ser maestro es ser un ser altruista entregado a la vocación, que ama a sus alumnos como a hijos de la patria que son, y porque aunque llueva, nieve o truene, se está firme como rulo de estatua dando clases frente a pizarrón. No importa lo que pasa afuera, el futuro es lo importante, y el aula es sagrada y como santuario que es, debe respetarse y permanecer impoluta de las corrupciones de la sociedad. Porque la seguridad tiene que ver con soluciones drásticas a la inseguridad… sin preguntarse qué es la inseguridad y saber con firme convicción que muchos policías son mucho mejor. Porque es más fácil criminalizar la protesta, el desamparo, la decisión sobre el cuerpo propio y la propia sexualidad, los estigmas socialmente heredados… Por todo eso se celebra, cuando festejamos a la Patria. Eso es la argentinidad que celebramos.

Voy a ser muy sincera. La verdad es que las fiestas me gusta hacerlas con las cosas que merecen ser celebradas. Las Fiestas Patrias no me conmueven. Las Fiestas Patrias son las que alimentan los discursos únicos de la segregación histórica. El hambre y desamparo de los pibes y pibas cubriéndolos con el manto de la delincuencia. La lengua oficial que fuerza y sesga sentidos, formas de pensar y sentir las cosas. Me desagradan las fiestas patrias, porque son las que golpean, subyugan, saquean, violan, depravan, asesinan, las fiestas matrias, las múltiples fiestas de las diferencias. Apelar al sentimentalismo nacional me resulta algo obsceno, no tanto por la imagen ya bizarra del Billiken, sino por la lógica deshistorizante que encierra.


17.5.10

j
























anorexia
de tus huesos
secos,
de tu boca
blanca,
de tu pecho
hueco

6.5.10

amor
























que lo oscuro de la incertidumbre
no mate
la belleza del miedo,
que lo oscuro de lo cometido
no confunda
el horror de lo conocido