13.3.08

mi hna la más pequeña


ni una mariposa,
ni una mantis religiosa,
ni menos que mé
la polilla gigante que entró a la habitación

ella me habla de animales superiores
como el hipopótamo
o las ovejas de lana negra:
ni hablar de odiar a los pájaros que cantan por la noche

y así va otra de esas
verdades autoevidentes,
que como todo lo que sentencia
está fuera de discusión.

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